Cómo disfrutar de una casa más sana

Cómo disfrutar de una casa más sana

 

El ser humano hoy vive “encerrado”. El estilo de vida actual nos lleva a pasar más de dos tercios del día entre cuatro paredes, ya sea en el lugar de trabajo, en los espacios de ocio o en el hogar. Si bien a través de la arquitectura y el interiorismo se nos intenta aportar espacios más humanizados y confortables (incluso estimulantes en el caso de los lugares de ocio), poco o nada podemos hacer sobre los materiales que nos rodean y la calidad del aire que respiramos en esos recintos cerrados a los que acudimos a trabajar o disfrutar de nuestro tiempo libre. Tomar decisiones propias y elegir los materiales con los que “convivir” solo lo podemos hacer si se trata del interior de nuestra vivienda, único espacio sobre el que tenemos la capacidad de influir para minimizar las repercusiones de las diferentes emisiones tóxicas.

 

Para limitar en lo posible esa “amenaza invisible”, tal como la califica Carlos de Prada en su publicación “Hogar sin Tóxicos, cómo prevenir enfermedades eliminando los venenos domésticos” (realizada para la campaña del mismo nombre a iniciativa de la Fundación Vivo Sano), hay que comenzar por pensar que cualquier reducción de los contaminantes que nos rodean en el hogar tendrá un efecto muy positivo.

 

Al margen de los elementos constructivos, que habitualmente nos vienen “dados” y que condicionan en gran medida el confort térmico o la humedad relativa de nuestra vivienda, disfrutar de una casa más sana pasa por lo que nosotros mismos podemos controlar, como por ejemplo la calidad interior del aire, las radiaciones eléctricas o elementos químicos “invisibles” como ftalatos, tolueno, siliconas, pesticidas, formaldehído (leer más en “Un hogar saludable mejora nuestra calidad de vida”) o benceno… Presentes en productos de limpieza, mobiliario, cosméticos, productos textiles, alimentos… y que son los causantes de patologías como el insomnio, alergias, enfermedades respiratorias, cansancio crónico, dolores de cabeza, falta de concentración, etc.

 

 

En gran medida, reducir su presencia en el hogar y así aminorar sus posibles efectos perjudiciales comienza por tomar conciencia de ello y tomar la decisión de variar ciertos hábitos de vida, evitando la compra de productos de limpieza que contengan cloro, amoniaco y otros disolventes, o eligiendo materiales sanos y ecológicos –sin compuestos químicos potencialmente tóxicos- para la decoración o el mobiliario de nuestra casa.

 

Para que a partir de ahora consigas disfrutar de una casa más sana, en Ecomueble las opciones que te proponemos son las de nuestros muebles ecológicos modulares para equipar las estancias en las que más tiempo pasamos a lo largo del día: dormitorio y salón. Nuestro objetivo es fabricar un mueble sano y ecológico, respetuoso con el medio ambiente y con cero emisiones tóxicas. Para desarrollar nuestros productos, tras realizar una profunda investigación en contacto con otros fabricantes y proveedores, elegimos el contrachapado de abedul, un material ecológico y sostenible (avalado por el certificado PEFC) y libre de emisiones de vapores tóxicos (garantizado por el certificado CARB), al que aplicamos barnices o pinturas no tóxicos de proveedores como Fleur o Milk Paint.

A ello unimos el concepto de mueble modular, lo que significa que además de poder montarlo de una manera fácil y rápida (con envíos a cualquier parte de España) estará personalizado según tu idea y tus necesidades actuales, pero con la posibilidad de modificar su estructura (agregándole nuevos módulos) según las exigencias futuras. En definitiva, un mueble sano y ecológico, que respeta la salud de las personas, modular y funcional con el que puedes dar el primer paso para alcanzar el objetivo de disfrutar de una casa más sana.

 

 

Algunos consejos para mantener un hogar saludable

 

… además de con un mobiliario sano y ecológico, puedes incrementar la salud de tu hogar con acciones tan sencillas como estas:

 

– Ventilar diariamente mejora la calidad del aire interior al eliminar sustancias tóxicas, restaurar el equilibrio iónico y regular la humedad ambiental.

 

– Limpiar con productos naturales o con certificado ecológico evita la penetración en nuestro cuerpo (por inhalación o contacto) de componentes tóxicos.

 

– Utilizar pinturas de base mineral porque son más ecológicas y saludables y favorecen la transpiración de las paredes y la regulación de la humedad relativa de la vivienda.

 

– Limitar la radiación electromagnética generada por instalaciones eléctricas, móviles, electrodomésticos nos ayudará a  descansar mejor.

 

– Decantarse por tejidos de fibras naturales como la lana, el algodón, la pitao o el cáñamo para tapizados, cortinas, cojines o ropa de cama.

 

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