La “amenaza invisible” y la solución ecológica

La “amenaza invisible” y la solución ecológica

 

Como os comentábamos en el último post publicado Cómo disfrutar de una casa más sana”, el estilo de vida actual nos lleva a estar “encerrados” entre cuatro paredes más del 80% de nuestro tiempo lo que nos lleva a estar expuestos a diferentes agentes contaminantes que afectan a nuestra salud.

 

La atmósfera interior del hogar, la oficina o la escuela puede llegar a tener elevadas concentraciones de alérgenos como el formaldehído y otros compuestos orgánicos volátiles (COV) que tienen su origen en pinturas, colas, plásticos, tejidos no naturales, muebles elaborados con maderas prensadas, revestimientos, barnices… una amplia lista de otros productos que a simple vista los consideramos inocuos y cuya “mala influencia” puede verse amplificada, por ejemplo, por humedades causadas por defectos constructivos o por malos hábitos como una escasa ventilación interior.

 

Factores invisibles que nos pueden llevar a enfermar y de los que solo percibimos y sufrimos sus síntomas. Una baja calidad del aire que respiramos en espacios cerrados puede traer enfermedades pulmonares como el asma, las alergias, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) -además de otras dolencias más generales (irritaciones, dolores de cabeza, mareos…)-, según la European Lung Foundation -ELF- (www.european-lung-foundation.org) organización fundada por la European Respiratory Society -ERS- en el año 2000 con el objetivo de aunar a los pacientes, el público y los profesionales del campo respiratorio para influenciar de forma positiva la salud pulmonar.

 

Tal como hemos comentado anteriormente, el mobiliario de nuestra vivienda -debido a su fabricación, tratamiento y acabados que se hayan aplicado- puede llegar a ser una de las fuentes de emisión de compuestos químicos que contribuya al deterioro de la calidad del aire interior e influya negativamente en nuestra salud. Pero, ¿cómo podemos contribuir a controlarlo? Los primeros pasos es empezar a revisar los espacios donde hacemos nuestra vida ya sea en el hogar o trabajo y tener “Espacios Saludables”, luego la ELF apunta sus recomendaciones que podemos seguir, tiene varios proyectos e investigaciones en marcha, trabaja con diferentes asociaciones, tiene una red europea de pacientes, voluntariado, …

 

En Ecomueble nos responsabilizamos de que los materiales que utilizamos en los distintos procesos de desarrollo de muebles ecológicos modulares siguen el conceptode cero emisiones, en cuanto a sustancias tóxicas se refiere, para preservar la salud del consumidor y respetar el medio ambiente. Una responsabilidad que está ligada a nuestra preocupación por quienes van a hacer uso de nuestros muebles, ofreciéndoles soluciones a su objetivo último: conseguir un hogar más saludable.

En definitiva, rodearnos de un mobiliario realizado con materiales naturales, sin tratamientos químicos en su elaboración y terminación, proveniente de explotaciones sostenibles no solamente estaremos contribuyendo a mantener y mejorar el medio ambiente, sino también a cuidar la calidad de nuestro hogar y la salud quien lo habita.

 

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